Siguiendo la premisa con la que vengo trabajando en fotografía desarrollando proyectos inclusivos, que acerquen a la fotografía a su sentido y valor, y a la necesidad de apropiarse del lenguaje fotográfico para narrar historias en primera persona, es que les propongo esta forma de entrega de las fotos, ya sea resultado de una sesión o de en una serie de sesiones.

La propuesta es la del álbum fotográfico como los de antes, ese que venía con hojas vacías, y con esquineros que se pegaban para sostener la foto, ese que permite elegir, cómo se va a contar la historia, nuestra historia.

La idea es que cada núcleo familiar pueda tomarse un tiempo para compartir el armado de ese álbum que es memoria familiar.

Una selección de las fotos de la sesión irán impresas en papel en tamaño 10×15 junto con el álbum, para que junto a todo otro material que consideren como dibujos, escritos, otras fotos anteriores, por ejemplo puedan ir armando y editando ese álbum.

El álbum es artesanal, hecho por Taller Acha, un espacio que viene también del lado de la fotografía, que también entiende en el hacer fotografía en primera persona, y que en cada cosa realizada le imprime su amor, es por eso que no dude en convocarles para esta idea.

El objetivo es hacer un seguimiento de actividades cotidianas, juegos, momentos de cocina, lecturas de cuentos, hora de dormir, comidas, baño, una salida a algun lugar… Mi presencia se pierde dentro de la acción familiar, y el tipo de encuentro depende que cual sea el resultado final que se quiere obtener. En la modalidad de sesión fotográfica, el encuentro dura aproximadamente dos horas, puede ser mas o menos, pero eso dependerá exclusivamente de cada familia. Este puede darse en cualquier momento del día y puede ser en casa o en un lugar de juego y disfrute familiar, pero siempre con la premisa de la interacción mediante el juego, la espontaneidad y la participación de todos los integrantes del núcleo. La otra modalidad, es la de proyecto, donde se hace un seguimiento de varios encuentros durante un tiempo a definir, en donde se hacen distintas sesiones que luego nos permitan construir una historia para ser contada en un álbum a modo de libro con diferentes capítulos. La entrega del registro es siempre en formato digital de alta resolución y siguiendo con la premisa del disfrute de las imágenes en familia estas también se entregan en distintos formatos impresos a elección.